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Sobre innovación, necesidades, progreso, tecnología, empresas... Destacado

¿Innovamos para satisfacer las necesidades de la sociedad, o nos inventamos las necesidades una vez innovado? (Reflexión extraída de mi participación en un foro de un máster universitario).

Innovar es ofrecer a la sociedad un producto, servicio o método novedoso, distinto, en mayor o menor medida, a lo ya existente, que ofrezca unas ventajas reales a las personas, lo cual aportará unos beneficios a la persona o empresa precursora de dicha innovación.

     Es un hecho axiomático que cada vez innovamos más y más, y esto es debido a la existencia de la, cada vez más potente, tecnología; la cual nos permite, sobre todo a las empresas, que son las que más innovan puramente para conseguir lucro, generar esas novedades que los mercados acogen con entusiasmo.

 Profundizando más en la cultura de la innovación, echo en falta alguna referencia más directa a lo que Miguel Delibes denominó “el culatazo” del progreso. Tras leer el tema y los documentos facilitados, me han entrado unas ganas locas e ingenuas de innovar algo, sin pararme a pensar si realmente alguien o algo necesita de mi innovación. Y me explico. Como bien cita el documento que hemos leído, hay estudios como el de Banegas (1999) que dicen que “una cultura de la innovación que no mide y controla las consecuencias, no es ética”. Pienso que un máster como éste, con un claro carácter pedagógico (enseñanza a través de Internet), debe hacer especial énfasis en concienciar a los “learners” y a la sociedad en general, de que estamos, a mi entender, perdiendo un poco el norte de cuáles son nuestras necesidades y qué productos, métodos o servicios necesitamos realmente. Fijaos:

-          Al principio, las empresas investigaban los mercados en busca de necesidades reales para ofrecer innovadores productos que fueran útiles para las personas. Una vez que localizaban esa necesidad, creaban el producto ideal para satisfacerla y el consumidor tan contento ya tenía algo más que comprar cada vez que acudía al Carrefour.

-         Recientemente, las empresas, a través de sus campañas de marketing, y una vez que las personas del primer mundo teníamos nuestras necesidades básicas cubiertas (y un poco más), se las apañaban para generarnos necesidades que no necesitábamos hasta el punto de que tras ver 3 veces un anuncio en la televisión de un determinado producto, casi todos sentíamos la necesidad de poseerlo y utilizarlo.

-          En la actualidad, las empresas han conseguido, lamentablemente en mi opinión, que los consumidores estemos deseosos de innovaciones. Las empresas ya no se preocupan de provocarnos tal o cual necesidad de sus productos, sino que directamente estamos enganchados a las cosas nuevas y ansiamos que aparezca la nueva consola XXX que trae como innovación principal el YYY; buscamos información en la red ansiosos de ver qué trae de nuevo el último modelo de coche HHH; y hasta buscamos en las aplicaciones a descargar en el móvil qué aplicación hay por ahí nueva que nos sirva para alguna necesidad que no tenemos, puesto que estamos tan tranquilos en el sofá, pero que seguro que una vez vista la aplicación empezamos a sentir que necesitamos.

     A este ritmo, y teniendo en cuenta que siempre las necesidades del ser humano son ilimitadas y los recursos escasos, mucho me temo que estamos abocados a vivir tan deprisa que nuestros cerebros y corazones, como naturales que son, no puedan soportarlo. Usamos productos innovadores que nos permiten hacer las cosas más rápido y de manera más eficiente cada día, y pensamos que hemos avanzado, cuando lo queha ocurrido realmente es que mientras que antes hacíamos una tarea ahora nos obligan a realizar varias tareas el mismo día, lo que nos provoca más estrés y agotamiento psíquico (los que trabajamos por cuenta ajena en la empresa privada lo sabemos bien).

Respecto a la divergencia que plantea el compañero: “¿Es la innovación una herramienta para generar sinergias y unir? ¿O una palanca para tomar la delantera tecnológica, científica o empresarial frente a otros?” Yo creo que innovar es avanzar, y si tú avanzas es porque alguien se queda atrás. Por lo tanto, pienso que podemos decir que la divergencia no es tal, puesto que se dan las dos condiciones a la vez: se generan sinergias entre unos cuantos para tomar la delantera a otros tantos.

Efectivamente, unos cuantos países se unen para innovar y así avanzar dejando atrás a otros países, a otros mundos (terceros y cuartos), que ansiosos de subirse al carro del progreso se dejan la vida en las fronteras cada día. Por lo que yo considero, e intento ir terminando, que es hora de que la sociedad se plantee si desea seguir innovando por innovar, gastando recursos en satisfacer necesidades que no son tales, para vil lucro de algunos, o nos detenemos unos siglos, que no va a pasar nada, y usamos esos recursos en ayudar a esos hombres y mujeres que todavía no tienen satisfechas sus necesidades básicas (agua, comida, vacunas, alimentos…) simplemente porque una vez se quedaron atrás, y ahora no tienen poder adquisitivo para adquirir las innovaciones más básicas, para nosotros ya antiguas, por lo que las empresas, y por desgracia los gobiernos, que cada vez son más lo mismo, no se muestran interesados en ellas.

     Yo no pretendo que renunciemos a la tecnología (¡con lo que a mí me encanta!), ni que renunciemos a lo innovado, sino que pienso que deberíamos usarla en base a las necesidades reales del hombre y no imponerla como meta. Se trata de innovar cuando exista necesidad, no de innovar por innovar, generando artificialmente esa necesidad, incluso provocando que los consumidores ansiemos que nos ofrezcan productos innovadores. Las necesidades siempre serán ilimitadas, innovando tan aceleradamente y sin disfrutar lo innovado, estamos abocados a consumir todos los recursos y a dejar a millones de personas atrás, perdidas, lejos de nosotros y como vemos cada día, dejándose la vida por venir aquí, donde tanto se innova.

Como apoyo a mis palabras, recomiendo encarecidamente la lectura del discurso de entrada de Miguel Delibes en la Real Academia de la Lengua en el año 1975 (cuán lejos queda, pero qué actuales son sus palabras). Lo podéis encontrar en este enlace:

http://www.uned.es/catedraunesco-educam/uned/conceptuales/propconcep3.htm

 

Hasta otra,

Modificado por última vez en Domingo, 01 Enero 2017 10:04

academia JAF

"Cuando un hombre no sabe hacia donde navega, ningún viento le es favorable" (Séneca)

Siempre me he propuesto luchar por hacer realidad todos mis sueños, aunque soy consciente de que con una sola vida no me alcanzará para conseguirlo. Pero no por eso bajaré los brazos y renunciaré a ellos, porque no conozco otra forma más divertida de sentir que estoy feliz, vivo, sano y preparado, a la vez, para morir.

En este blog tenéis la "llave maestra" que abre y cierra todas las cerraduras de mi mundo, el que yo veo, escucho, siento y pienso. Espero que os sirva para que vosotros también alcancéis vuestros sueños...

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